La potencia instalada en energía eólica en los últimos cinco años se ha multiplicado por cinco en la Comunidad Autónoma de Andalucía, siendo la que más ha crecido en esta tecnología que produce actualmente 6,6 millones de MWh.
Con esta generación se abastece a una población equivalente a 1,42 millones de viviendas.
Según la información extraída de los datos que posee la Agencia Andaluza de la Energía, a principios del año 2007 la región contaba con 605 MW en funcionamiento, que correspondían a 41 parques eólicos. En mayo de 2013, la cifra asciende a 3.320,43 MW, siendo la cuarta Comunidad Autónoma con mayor potencia eólica total conectada a red, por detrás de Castilla y León (5.108 MW), Castilla la Mancha (3.715 MW) y Galicia (3.275 MW).
Los 3.320 MW eólicos andaluces se distribuyen en 148 parques que evitan la emisión a la atmósfera de 2,42 millones de toneladas de CO2, que equivale a que se retirasen de la circulación más de un millón y medio de vehículos.
El fuerte crecimiento de esta tecnología renovable ha permitido que hoy la energía eólica suponga el 50% de la producción total de electricidad mediante fuentes renovables, siendo la fuente que mayor aporte realiza, seguida de la energía termosolar, responsable de un 18% de la producción.
Además, antes de que finalice el año 2013 se pondrán en marcha 3 parques eólicos, lo que supondrá el incremento de la potencia renovable de la comunidad en casi 21,50 MW, y que aportarán la energía suficiente para abastecer las necesidades eléctricas de 9.245 viviendas.
Los parques en fase de construcción, y cuya puesta en funcionamiento tendrá lugar en los próximos meses, se encuentran ubicados en la provincia de Granada: Parapanda, localizado en el municipio de Illora con una potencia de 17 MW; Cerros Pelaos, en el término municipal de Padul, con 3 MW; y San José, en el municipio de Húeneja, con 1,50 MW.
El director general de la Agencia Andaluza de la Energía, Rafael Márquez, ha destacado “la apuesta decidida de la Junta de Andalucía por un modelo energético basado en el uso de recursos autóctonos, como la energía proveniente del viento, teniendo entre sus objetivos el aprovechamiento de las energías renovables para compensar la ausencia de combustibles fósiles en la región”.