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OCU lanza una campaña para acceder a la luz a mejor precio.

Cada tres meses las grandes compañías eléctricas acuden a subastas para la compra de electricidad. 

A estas subastas no puede acceder la ciudadanía, sino que es la CNE (Comisión Nacional de Energía), la que aprueba las empresas que pueden comprar en la subasta y posteriormente podrán distribuir la energía comprada. Sin embargo, compañías como Renfe y Adif  también acuden a estas subastas, aún sin ser empresas eléctricas.

Las empresas eléctricas fijan así un determinado precio, y los ciudadanos no podrán presionar en este ámbito, ni en ningún otro.

Vista esta situación, la OCU ha decidido intentar acudir directamente a la subasta eléctrica para abrir una grieta e un sistema tan cerrado y en el que cada tres meses entra en juego una cantidad muy elevada de dinero.

La OCU no podrá ir como empresa ni como distribuidora de electricidad, por lo que intenta agrupar bajo su nombre a un buen número de consumidores descontentos con la política de precios de las empresas eléctricas y con las cargas tributarias del Gobierno.

A través de Internet, OCU ha lanzado la campaña "Quiero pagar menos luz", para que bajo su nombre, acudan miles de ciudadanos a la subasta. En torno a 150.000 personas ya se han sumado a la iniciativa.

OCU quiere llamar la atención de los consumidores "hartos de pagar mucho por la luz y el gas" y les invita a "tomar la iniciativa" ante las continuas subidas en la tarifa que venimos sufriendo. 

Según los cálculos de esta organización, desde el año 2007 la factura eléctrica se ha incrementado en un 60%, ya sea por las subidas de impuestos del Gobierno o por las subidas de las empresas eléctricas.

La OCU tiene puestas sus esperanzas en agrupar a una cifra muy alta de usuarios, aunque no ha especificado cuántos son necesarios, para que una compañía pueda ofrecerles un precio mejor que las grandes empresas.

La asociación comunicará a los usuarios la oferta y cada uno de ellos decidirá si acepta el cambio o si se queda con el distribuidor que tenga en la actualidad.

Fuentes de la OCU aseguran que en otros países europeos, donde esta práctica es común, hay usuarios que han logrado ahorrar más de 200 euros al año.