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Primera caldera de condensacion de biomasa

Dos emprendedores aragoneses, Ignacio Quílez y José Manuel Muñoz, han creado la primera caldera de condensación de biomasa. Formaron su empresa, Biocurve, hace apenas un año y, centrando su actividad en el diseño, fabricación y comercialización de calderas, ya han conseguido que sus productos sean un 10 por ciento más eficientes que la media del mercado.

Ignacio Quilez, responsable comercial de Biocurve, ha explicado que han conseguido diseñar la primera caldera de condensación de biomasa. Hay otros antecedentes, pero se basan en una caldera convencional, a la que conectan un segundo circuito, que actúa como recuperador de calor.

La empresa, dedicada íntegramente al diseño, fabricación y comercialización de calderas de biomasa, tiene su sede en el Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI) de Aragón, situado en Zaragoza.

Han diseñado una caldera completamente diferente a lo que hay en el mercado, desarrollando un intercambiador de calor con tubos curvos. El resto de calderas de biomasa funcionan con tubos rectos. Ya han patentado el sistema.

Se trata de una de las calderas con mejores prestaciones, la han llevado al laboratorio más prestigioso que actualmente certifica en España. Cuando los técnicos verificaron los resultados confesaron que era la mejor caldera que había pasado por sus instalaciones.

Han optimizado el proceso de combustión y el intercambio de energía entre los gases y el agua de la calefacción; su sistema de condensación permite que sus calderas sean un 10 por ciento más eficientes que la media del mercado.

Asimismo, ha asegurado que sus calderas son capaces de albergar, en el mismo volumen, hasta un 50 por ciento más de superficie de intercambio, aumentan mucho el rendimiento, alcanzan el 102-105 por ciento en condiciones estables, y disminuyen enormemente las emisiones.

De esta forma, la gama inicial de sus productos comprende potencias de entre 25 y 45 kW, y están empezando la construcción de un prototipo de 100 kW; están preparadas para funcionar con pellet, aunque llevan varios meses haciendo pruebas con otros combustibles.

Han empezado con una gama pequeña, suficiente para un unifamiliar o incluso un pequeño terciario, una casa rural, un restaurante. No obstante, la caldera de 100 kW que están diseñando podrá llegar a comunidades de vecinos y hoteles.

Aunque la empresa sólo lleva un año funcionando, el responsable comercial de Biocurve ha explicado que ya tienen distribución en parte de España (Aragón, Navarra, La Rioja, País Vasco, Burgos y Lleida) y trabajan para alcanzar acuerdos en Europa.

Tanto Ignacio Quílez como José Manuel Muñoz, responsable técnico de Biocurve, han creado su empresa después de que la compañía Álvarez Beltrán, distribuidora de material eléctrico, cerrase sus puertas.

El responsable comercial de Biocurve ha recalcado que en una primera etapa, las inversiones que realizaron se dedicaron a los diseños.

Además, en estos momentos se encuentran inmersos en una segunda inversión: Un centro de formación con monitorización de todos los parámetros, es decir, un showroom que servirá para mejorar sus productos y exponerlos a sus clientes, y que se inaugurará la semana que viene.

Entre los objetivos de estos emprendedores para el futuro cercano de la empresa se encuentra el desarrollo de calderas más grandes, seguir estudiando los distintos tipos de biomasa y potenciar la imagen de Biocurve en Europa.

Por otra parte, los responsables de Biocurve participarán los días 21, 22 y 23 de octubre en la Feria para profesionales Expobiomasa, en Valladolid.