La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) y la Agencia Espacial Europea (ESA) han publicado una nueva herramienta que permite identificar las zonas con potencial de energía geotérmica a nivel mundial. La herramienta ya se puede consultar online.
La nueva herramienta está formada por una serie de mapas, obtenidos a partir de las mediciones de la gravedad realizadas por el satélite GOCE de la ESA, que muestran determinadas características que pueden ayudar en la búsqueda de yacimientos geotérmicos, tanto en zonas de corteza fina como en subsuelos más profundos y actividad magmática reciente, facilitando enormemente su identificación y reduciendo riesgos y costes.
Henning Wuester, Director de Conocimiento, Política y del Centro de Finanzas de IRENA ha comentado que estos mapas pueden ayudar a generar un importante desarrollo de negocio geotérmico donde antes no existía. La herramienta es un atajo que evita exploraciones largas y costosas y libera el potencial de la energía geotérmica para contribuir al mix energético mundial.
Los mapas describen dos anomalías específicas de la gravedad mundial, conocidas como Bouguer y aire libre. El mapa de gravedad de aire libre proporciona información sobre las estructuras geológicas, mientras que el mapa de anomalía de gravedad de Bouguer combina los datos de GOCE con información de la topografía mundial para mostrar diferencias en el grosor de la corteza terrestre. Combinados, ofrecen características únicas para buscar yacimientos geotérmicos.
Volker Liebig, Director de Programas de Observación de la Tierra de la ESA, ha indicado que IRENA y ESA continuarán colaborando para mejorar los mapas, que, según dijo, suponen un primer paso hacia el desarrollo de una técnica exhaustiva de prospección geotérmica más fina y de mayor calidad.
Estos mapas geotérmicos se pondrán consultar en el portal del Atlas Global de Irena, donde se ofrecen los recursos de energía renovable existente a escala mundial, con un millar de mapas de 67 gobiernos y 50 centros de datos. El portal ofrece acceso a bases de datos, experiencia y apoyo financiero con el fin de ayudar a los países a evaluar sus potenciales nacionales de energía renovable. En la actualidad, 67 países y más de 50 institutos y socios contribuyen a la iniciativa.