Investigadores del departamento de Ingeniería Electrónica de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) han desarrollado unas células solares (elemento principal de las placas) con un rendimiento energético récord del 22%.
Estas células incorporan un tratamiento de superficie llamado black silicon (silicio negro) en la parte frontal de la célula que permite disminuir prácticamente a cero las pérdidas de energía por reflectancia de la célula solar, lo que aumenta el rendimiento en un 4% respecto a las células solares tradicionales.
Esta mejora de eficiencia permitiría, por ejemplo, alimentar por ella misma el consumo energético diario equivalente a lo que consume un frigorífico, considerando un sistema fotovoltaico formado por 5 metros cuadrados de paneles.