Categorías

Carrito  

Ningún producto

Transporte €0.00
Total €0.00

Carrito Confirmar

Día Mundial contra el ruido.

g

 

Hoy, 24 de abril es el 18ª Día Internacional de la Concienciación sobre el Ruido.

En España, hay más de 9 millones de personas que conviven diariamente con ruidos que sobrepasan los 65 dB, que es el umbral de ruido diurno que ha establecido la OMS (Organización Mundial de la Salud).

Según datos de la OMS se calcula que en Europa se pierden cada año 587.000 años de vida ajustados por discapacidad sólo debido a las molestias producidas por el ruido.

Según ha comentados Jesús de la Osa, coordinador del informe `Ruido y Salud´ elaborado por el Observatorio Salud y Medio Ambiente de DKV, GAES y ECODES (Fundación Ecología y Desarrollo), "a éstos hay que sumar hasta un millón de años perdidos por trastornos del sueño provocados por el ruido o 61.000 por cardiopatía isquémica". 

En el estudio se recogen datos que ponen en evidencia que la exposición a altos niveles de ruido puede provocar serios problemas de salud, como pueden ser la pérdida auditiva, alteraciones de sueño e incluso otras enfermedades como ansiedad, estrés, problemas cardiovasculares o dificultades en el aprendizaje en niños.

La exposición a niveles de ruido diurno por encima de los 65 dB de forma continuada puede ser causa de estrés crónicao. El experto ha señalado que: "La principal molestia producida por el ruido es la alteración del sueño, además de la aparición de trastornos psicológicos como estrés o ansiedad, problemas cardiovasculares, alteraciones del sistema inmunológico, falta de memoria y dificultades de aprendizaje. Por la noche la OMS marca unos exigentes niveles de ruido menores de 30 dBA durante 8 horas para garantizar plenamente el sueño".

El informe ha desvelado que en las zonas donde los niveles de ruido son altos, los ingresos hospitalarios aumentan un 5,3% por cada decibelio que sobrepase los 65 dB, sobre todo por problemas de origen cardiovascular. También hay evidencia científica de que algunas afecciones como las cardiopatías isquémicas, hipertensión e incluso algunos infartos cerebrales podrían tener su origen en la influencia del ruido sobre el organismo.

Se puede concluir que el ruido es una de las amenazas más importantes de la salud auditiva. Si bien tradicionalmente la principal causa de pérdida de audición ha sido la exposición al ruido en el entorno laboral, en los últimos años han aparecido otras fuentes de ruido causantes de un alto número de trastornos auditivos en la población.

Según diversos estudios recopilados en el informe `Ruido y Salud´, entre un 5% y un 10% de las personas que escuchan música con auriculares acaban experimentando pérdida auditiva u otros trastornos. Es por ello que muchos expertos han avisado de que muchos de estos jóvenes acabarán experimentando presbiacusia (pérdida auditiva por la edad) a los 40-45 años, en vez de a los 60-65 años habituales. Es decir, si no se toman medidas de prevención, a los 40 años tendrán ya los oídos de una persona de 60.

Asimismo, para evitar la exposición a estos ruidos, los especialistas recomiendan proteger los oídos del ruido con protectores adecuados. Si se escucha música con auriculares es recomendable no superar el 60 por ciento del volumen máximo del aparato y utilizarlo menos de 60 minutos al día, y siempre que sea posible utilizar aparatos con limitador de volumen para no rebasar los niveles saludables.

Otro de los problemas que ocasiona el ruido son los cardiacos ya que, según han mostrado diferentes investigaciones, las exposiciones diarias crónicas a niveles de ruido por encima de 65 dB o las exposiciones agudas superiores a los 80-85 dB pueden ocasionar alteraciones cardiacas a largo plazo, aunque los afectados no aprecien síntomas de enfermedad. Y es que, a partir de estos niveles de ruido el organismo responde activando las hormonas nerviosas y aumentando la tensión arterial, la frecuencia cardiaca, la vasoconstricción y espesando la sangre.

Las personas mayores son las más vulnerables a sufrir este tipo de problemas, por lo que deben aumentar las precauciones. De hecho, algunos estudios han mostrado que existe relación entre el ruido y los infartos cerebrales y han apuntado que por cada 10 decibelios que se incrementa el ruido ambiental la posibilidad de sufrir un ictus cerebral crece un 14 por ciento en mayores de 65 años.

Ahora bien, el ruido nocturno estaría más asociado a estas alteraciones cardiovasculares que el diurno. Incluso, si el ruido no perturba el sueño, puede darse una reacción cardiovascular, ya que aunque no se sea conscientes y el cuerpo se acostumbre a él, está generando respuestas del sistema nervioso.

Para combatir esta problemática, los especialistas recomiendan realizar la llamada 'dieta contra el ruido'. Se trata de modificar los hábitos cotidianos que pueden propiciar el daño auditivo.

"Limitar el volumen de los reproductores de música, evitar lugares ruidosos, no molestar a los vecinos con ruidos innecesarios, utilizar más el transporte público o conducir de forma más eficiente y sin tocar el claxon de forma innecesaria, son medidas que podemos adoptar para reducir los niveles de ruido y disminuir los efectos negativos que tiene sobre nuestra salud", ha aconsejado la audioprotestista de GAES, Beatriz de Diego.