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La planta de biomasa de Monzon producira diez veces mas energia de la consumida

Forestalia, empresa promotora de la planta en Monzón (Huesca) y una de las ganadoras de la subasta de biomasa y eólica de enero, ha emitido una nota de prensa en la que anuncia que por cada megavatio hora (MWh) que consuma se obtendrá una producción de 9,52 MWh de energía limpia, sostenible y nacional. Así se concluye en un estudio sobre el balance energético de la plantación de cultivos y de la planta de biomasa de 49,5 MW solicitado por el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga). Ecologistas en Acción presentó recientemente un procedimiento de nulidad para la instalación de la planta, entre otras razones al estar a menos de 600 metros del casco urbano de Monzón.

La planta de biomasa de Monzón es una de las que mayor rechazo provoca de todas las construidas y por construir para generación de electricidad con biocombustibles sólidos, tanto entre vecinos y vecinas de su entorno, como de asociaciones ambientalistas, como Ecologistas en Acción. El último argumento a favor de su instalación lo ha expuesto la empresa promotora, Forestalia, al concluir que se obtendrá casi diez veces más energía que la invertida en el proceso de producción, concretando que la eficiencia se prevé como mínimo del 9,52.

Dicha conclusión se deriva de un estudio sobre el balance energético de la plantación de cultivos y de la planta de biomasa de 49,5 MW que se instalará en Monzón y que fue solicitado por el Inaga para la revisión de la autorización ambiental integrada concedida. Forestalia añade que si se introduce en el balance la producción de energía a partir de cultivo energético (elemento básico de la actividad del promotor) por sí solo, entonces la eficiencia se multiplica por casi 54.

En la fase de cultivo aseguran que se ha analizado todo el proceso de producción, que incluye las labores agrícolas, desarrollo y crecimiento del cultivo, así como las necesarias para la producción, envasado y transporte de fertilizantes y herbicidas. También incluye la energía consumida en los desplazamientos del tractor con cada apero desde el almacén a la parcela de cultivo, así como la requerida para transportar los fertilizantes y fitosanitarios desde el almacén al lugar en el que se utilizan.

A dicha fase han sumado el transporte de la biomasa cultivada hasta la planta de producción, así como los derivados de la transformación de la materia prima: todas las operaciones necesarias para llevar a cabo la conversión de la biomasa en energía, apostillan. Señalan además que la eficiencia es todavía superior mediante el aprovechamiento del calor generado para otros usos, tales como los sistemas de calefacción centralizada (district healing), el secado de las astillas en la planta de pélets, etcétera.

La oposición vecinal y ecologista rechaza la instalación de la planta calificándola como una incineradora cuyos gases de combustión afectarán a la salud de las personas que habitan en el entorno. Forestalia defiende que no habrá incineración alguna, sino un proceso de combustión a baja temperatura. Explican que se utilizará la tecnología de lecho fluido burbujeante con la que investigan en gasificación de biomasa el Centro Nacional de Energías Renovables (Cener/Ciemat) y el Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (Circe).

Uno de los últimos pasos dados por Ecologistas en Acción contra la planta fue la presentación de un procedimiento de nulidad del decreto del Ayuntamiento de Monzón por el que concedió la autorización especial a la promotora Solmasol I (filial de Forestalia) para su instalación en suelo rústico a escasos 600 metros del casco urbano. Entienden que la administración que debía haber otorgado la autorización era el Inaga y no el Ayuntamiento de Monzón, que era incompetente en esa materia.

En septiembre de 2015 el Boletín Oficial de Aragón (BOA) publicó la resolución por la que se formula la declaración de impacto ambiental y se otorga la autorización ambiental integrada para la planta. Se especificaba que la materia prima procederá principalmente de cultivos energéticos de chopo y, en menor medida, de eucaliptos y caña común. Aunque Ecologistas en Acción pidió al Inaga que informara negativamente, en la resolución este organismo destaca que las medidas preventivas y correctoras establecidas hacen que los impactos sean compatibles.