Categorías

Carrito  

Ningún producto

Transporte €0.00
Total €0.00

Carrito Confirmar

Pieles de manzanas y de patatas para producir butanol

¿Habrá o no habrá apagón a partir de 2020 para los biocarburantes convencionales según plantea la Comisión Europea? En cualquier caso, en previsión de que quede más despejado el camino para los de segunda y tercera generación (con objetivos definidos), las investigaciones para conseguir los más sostenibles posibles no paran. Es el caso del proyecto Waste2Fuels, del programa Horizonte 2020 de la UE. Seis de los veinte socios son españoles y el objetivo es producir butanol a partir de residuos de la industria agroalimentaria, como las mondaduras de patatas y manzanas.

El Centro de I+D de Biocombustibles y Bioproductos del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), uno de los seis socios españoles que participan en Waste2Fuels, asegura que la principal novedad de este proyecto es el empleo de residuos de la industria agroalimentaria como materia prima para la producción de butanol de alta calidad. Añaden que también se trabajará en el desarrollo y optimización de tecnologías novedosas y más sostenibles de pretratamiento, fermentación y recuperación de butanol, para mejorar la eficiencia de conversión de las tecnologías actuales de producción de biocombustibles.

Recientemente otro proyecto, BioForEver, también enmarcado en el programa Horizonte 2020 de impulso a la investigación y la innovación de la Unión Europea, daba a conocer su intención de producir igualmente butanol a partir de biomasa leñosa, sin descartar los residuos agrícolas y cultivos energéticos. La Universidad de Valladolid (UVa), esta vez dentro de una iniciativa asociada al Plan Nacional de I+D+i, estudia la producción de butanol a partir de residuos de la cerveza.

En Waste2Fuels trabajan con residuos agroalimentarios, como mondaduras de frutas y hortalizas. La primera fase del proyecto consiste en dar con los residuos más apropiados para optimizar el proceso. Precisamente el centro del Itacyl, localizado en Villarejo de Órbigo (León), desempeña un importante papel en esta fase, al ser el coordinador de innovación y liderar el paquete de trabajo WP1: selección y pretratamiento de materias primas para la fermentación ABE (acetona-butanol-etanol).

Pero si importante es el papel del Centro de I+D de Biocombustibles y Bioproductos, no lo es menos el de otro de los socios españoles, Innovacio i Recerca Industrial y Sostenible (IRIS), ya que es el coordinador del proyecto. De hecho, la reunión de inicio tuvo lugar el 27 y 28 de enero en Castelldefels (Barcelona), sede central de IRIS. A finales de junio se celebró la reunión general semestral de seguimiento de Waste2Fuels en Bruselas.

El resto de socios españoles son Abengoa Research y Tomsa Destil como empresas y el Instituto Universitario de Investigación del Automóvil de la Universidad Politécnica de Madrid y la Universidad de Zaragoza como centros de investigación. El consorcio que participa en Waste2Fuels lo forman veinte socios de siete Estados miembros de la UE más Israel. Este proyecto tiene una duración prevista de 36 meses (2016-2018) y un presupuesto de seis millones de euros.